miércoles, 3 de diciembre de 2014



La situación en Caterham es menos crítica que hace unos meses, pues la Comisión de la F1 y la FIA le ha permitido participar la próxima temporada con el coche de 2014 adaptado a la normativa. Además, Finbarr O’Connell, administrador de la escudería, reconoce que hay varios compradores que están dispuestos a hacerse con el equipo y no tener que fabricar un coche nuevo en poco tiempo ayudaría a cerrar el trato.
La Fórmula 1 decidió la semana pasada durante la Comisión en Ginebra que permitiría a la nueva administración de Caterham poner en pista los monoplazas de 2014 siempre y cuando cumplan la normativa del nuevo año. Esto significaría que no habría presión de tener que fabricar un nuevo monoplaza para el nuevo propietario de la escudería. Para ello Caterham debería encontrar lo antes posible un potencial comprador que se hiciese con las riendas de los de Leafield. El Consejo Mundial del Motor todavía tiene que ratificar esta medida.
"La Comisión de la F1 y la FIA acordaron que se ayudaría a los equipos débiles a que puedan utilizar el coche de 2014 el próximo año, por lo que se les da más tiempo y opciones" afirmó el administrador de Caterham, Finbarr O’Connell.
Además, este acuerdo también potenciaría que nuevas escuderías se sumasen a la parrilla de 2015 en caso de la desaparición de algunos equipos.
"Esto es de interés para todas las partes, me refiero a que les das alguna opción a los equipos, una fácil entrada a la F1 si eligen ese camino", dijo.
O’Connell afirma que sería crucial recibir una buena oferta y poder llegar a un acuerdo con el nuevo propietario antes de las fiestas navideñas: "Antes de Navidad sería ideal".
El administrador de Caterham reconoce que hay varios compradores interesados en la escudería de F1 y aunque confía que se llegue a un acuerdo con algunas de las partes confiesa que es una compra muy difícil.
"Es una decisión de compra muy difícil para cualquiera de las partes debido a los enormes costes involucrados en la ejecución de un equipo de F1. Todavía estoy hablando con unos pocos interesados, y espero cerrar el trato con alguno de ellos”, confesó.
Caterham ha atravesado una fuerte crisis económica esta temporada que le ha impedido disputar las últimas carreras del calendario de F1. O’Connell admite que lo único que puede hacer para intentar salvar al equipo es no poner ninguna traba al nuevo propietario.
"Todo lo que puedo hacer es mostrar lo que tenemos, mostrar el equipo, los bienes, las instalaciones, y facilitar en todo lo que pueda su toma de decisión. Sigo teniendo confianza en que se hará", finalizó.


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